Comienzo esta entrega pidiendo excusas por el olvido que cometí en mi escrito anterior al no mencionara La Jagua, como uno de los sectores conocidos del entorno baitoero. Debo tambien anadir que dos de
mis grandes amigos de toda la vida, provienen de ese sector. Amigos que traspasaron la frontera de la amistad para convertirse en mis verdaderos hermanos. Me refiero a Maro el hijo de Antonio Marola y Sergio Perez, este ultimo inmortalizado al llevar su nombre nuestro Complejo Deportivo. Y que decir de la estrecha relacion de amistad que siempre ha existido entre los hijos de Titin y yo,encabezado por Orlando, quien en vida fue mi companero en la escuela, Maro, Sergio y Colombina. Con esta aclaracion
siento la seguridad de probar que solo se debio a un inocente olvido el que yo omitiera senalar el sector
de La Jagua.
Se sabe que desde la intervencion norteamericana de 1916, que fue cuando comenzo en el pais adesarrollarse el baseball, este ha sido el pasatiempo favorito de los dominicanos. En Baitoa jugabamos a la pelota hasta dentro de las casas. Sin embargo, habian otros entretenimientos que los ninos y los no tan ninos disfrutabamos inmensamentre en esas etapas tan importantes de nuestras vidas. Jugabamos, por ejemplo, con bellugas. Yo recuerdo perfectamente que en el callejon de los Perez un grupo de familias compartian un amplio solar que adornaban con pequenas piedras en forma de jardin. Ahi habia un gran espacio para jugar con bellugas y donde nos reuniamos muchos muchachos.
El rio nos ofrecia otro medio de recreacion gratuita que aprovechabamos con mucha pasion.
Era obligatorio un diario y largo bano en las mansas aguas del Yaque del Norte.
En definitiva, eramos ricos con las diversidades de cosas para divertirnos.
Art. By: Rafael Pena
Art. By: Rafael Pena