lunes, 2 de octubre de 2017

La vida política de Baitoa. (Parte 3) Período 1924 a 1930

La intervención norteamericana no sólo condenó Baitoa hacia el retroceso. Lo mismo hizo con todo el país.
Como señalamos en la entrega anterior, antes de 1924 Baitoa llegó a tener un liderazgo extraordinario tal que creó las bases para hacer que Baitoa se proyectase más allá de sus contornos. El Club Unión y Progreso, con unos estatutos ejemplares y con un control de actividades que le permitía emprender obras de alcances modernizantes pocas veces visto en el país. 

Tómese de ejemplo la Junta Pro-Teléfono, compuesta por las siguientes personas: Presidente Ramón Pineda, Tesorero Jose Ramón Fernandez, Elisa Reyes secretaria y vocales Leopoldo Núñez, Juan María Fernández y Gabriel Franco. Se tuvo la central telefónica anhelada y Baitoa agradeció la cooperación de los comerciantes de Santiago Daniel Espinal, Carlos Bello y Don Narciso Elias.

 Lo mismo puede decirse del proyecto para terminar la carretera. El gobierno central no era el ente a rogar para montarse en el desarrollo. Pero este proyecto era más lento. También se tuvo en este período cine, que es mucho decir.

Sólo pedía al gobierno, estamos hablando de Febrero de 1927, la instalación de la oficina de telégrafos, que llegó a Baitoa en ese año.

Nos falta información precisa sobre como se inicio el expendio de carne, o matadero,  en Baitoa. Pero el hecho de que fuera don Mon Pineda la primera persona que se inició en esta área de actividad comercial, nos hace pensar que la desaparición de todos los alambiques de la región, y por tanto el expendio de aguardiente local,  merced a la persecución fiscal contra los mismos iniciada por los invasores, pudo haber sido la razón para que se dedicara a este nuevo oficio. 

La ganadería tuvo pues un nuevo auge merced a esta nueva actividad. Pero Mon Pineda se veía precisado a seguir la huella de los andulleros para la compra de ganado. Llegó  por lo menos hasta Licey donde estableció relaciones comerciales y de amistad con la familia Alba que era baluarte del horacismo en esa zona. Pero Mon Pineda, como toda su familia, era seguidor de  Desiderio Arias, antiguo jimenista.

Por orden del delegado político y jefe de campaña de Horacio Vásquez en Santiago, el periodista Virgilio Martínez Reyna se quitó el derecho de expendio de carnes a Mon Pineda y lo pasó a su correligionario José María Fernández, compadre de Mon Pineda.

Se situó el matadero  en un lugar muy cercano a donde lo tenemos aún al día de hoy, en terrenos propiedad de Juan María Fernández, el más alto representante del gobierno horacista, y, a diferencia de los que se establecieron en los entornos, jamás se recurrió al uso del "jututo" para anunciar el sacrificio de algún animal.

Sin embargo en la carnicería se seguía apartando la manteca del cerdo para uso del vendedor, pues seguía siendo esta la principal fuente de grasa y elemento para cocer los alimentos.


    No era esta una práctica aislada. La cantidad de  arroz que se consumía era la  cultivada en secano pero ya comenzaba a consumirse también el arroz, procedente del las Carolinas, que se expendía en Santiago. Se tenían pequeños cultivos de chicoria y de ararú, que no aparecen más en nuestra dieta alimenticia,  para consumo del hogar.

El ganado se veía, a pesar del establecimiento de la carnicería, todavía como una forma de garantizar un dinero de manera rápida para una emergencia. Pero era abundante el consumo de leche, a la par que gran cantidad de hogares fabricaba la mantequilla para consumo hogareño. En muy poco casos se fabricaba queso. Mientras que para el consumo y brindis en la casa se fabricaba vino procedente del cajuil, que según los conocedores es una delicia. (Como no soy amante de las bebidas alcohólicas no estoy de acuerdo con la opinión anterior.)

Pero la verdad es que Baitoa renqueaba pues muchas pequeñas empresas desaparecieron y la creación de fuentes de trabajo se hizo más dificil a partir de la  intervención extranjera que justamente acabó el año de 1924. 

Para 1927 el hombre de más poder económico en Baitoa lo era Elías Núñez. Vivía en el poblado y mucha de la tierra que otrora había sido de los Pérez le pertenecía, e igualmente poseía el negocio más fuerte de andullos. En ese año se separa de su esposa, vende todas sus propiedades,  y se muda hacia Bonao. ¿Lo hizo por un problema sentimental o porque su instinto le decía que no podía seguir prosperando en Baitoa ?.

Antes de esta salida, comenzó a suceder algo en Baitoa, que luego con la segunda intervención norteamericana, sería un fenómeno nacional.

Con el decrecer de las actividades económicas algunos jovenes comenzaron entonces a emigrar. Se hizo intentos por establecerse en San Pedro de Macorix, donde los nuevos poderes establecieron su capital económica. Pero fue más fácil seguir el camino que ya había tomado Julio Genao de López y unos cuantos baitoeros tomaron tren hasta Puerto Plata y de aquí un barco a vapor para desembarcar en un muelle de Manhattan al cabo de una travesía de tres días.

Podemos decir, que Arismendy Pineda, Marino Nunez, Abraham Nunez, Daniel Fernandez, abrieron la ruta que culminó después de la invasión de 1965 con el abandono del país por sus mejores hijos para dejárselo al primero que quiera quedarse con él.

Con esta primera salida de baitoeros hacia tierras extranjeras finalizamos este período donde llegan pero aún no se consolidadn las agrupaciones políticas en Baitoa. Baitoa tuvo el mayor crecimiento económico de su historia, pero finalizó con una debilidad que la fué agregando al monto de comunidades del país que no tenían esperanza de descollar por si misma.

Los norte-americanos se fueron del país el 12 de Julio del año mencionado. Pero antes montaron una comedia de elecciones el 15 de Marzo. Ya había expulsado del país a los más conspicuos líderes del movimiento nacionalista y sometido a cárcel y tortura a parte de ellos. (1). Controlaban al país, y en el Este adquirieron con sus nuevas leyes toda la tierra que requerían sus empresas azucareras. 

Natural que muchos de muchos de los líderes nacionalistas se acobardaran y crearan nuevas agrupaciones políticas más acordes con los deseos de los invasores. En Santiago surgió como gran orador del movimiento nacionalista el señor Rafael Estrella Ureña. Era hijo de Victor Estrella y sobrino de José Estrella. A casa de Victor Estrella era común que se hospedase, por ejemplo, Africa Núñez, la hija de Leopoldo Núñez. Pero no olvidemos que José Estrella no sólo sirvió de guía a las tropas norte-americanas sino que vendió la posición de los patriotas resistentes en la Baranquita. Tal era el entorno de ese lider nacionalista que explica sus continuos cambios de pensamiento y traiciones. Rafael Estrella Ureña fundó el Partido Republicano.

Las fuerzas en lisa, en las elecciones mencionadas, tenían los nombres de   Coalición Patriótica de Ciudadanos y  Alianza Nacional- Progresista. 

No se llame nadie a engaños, pues estas fuerzas ni eran patrióticas, ni eran nacionales ni eran progresista. Bajo esas siglas se ocultaron los traidores a la patria aliados a la intervención que anteriormente se llamaban bolos, o jimenistas,  los primeros y  rabuses, o seguidores de Horacio Vásquez, los segundos, con al salvedad que se tenía el llamado Partido Progresista que era más pro-norteamericano que los mismos interventores. 

En los años 1920 varios grupos políticos, por primera vez, sentaron reales dentro de Baitoa.  los señores Juan Maria Fernández, Manuel Rufino, los Núñez de la Lima y  varias personas más  ingresaron al Partido Nacional del general Horacio Vásquez.  El señor Juanito Pérez Vargas, el hermano de Sinencio Pérez ingresaron al Partido Progresista del licenciado Federico Velásquez. Don Nino Pinda y todos sus hijos ingresaron al Partido Republicano del licenciado Rafael Estrella Ureña y al Partido Liberal -los pata prietas-  del general Desiderio Arias. (1)


 Los que lucharon contra la intervención como José Cepeda permanecieron anóminos y escondidos hasta su muerte.  Pero con esas elecciones llegaron a Baitoa los partidos políticos. De hecho tuvimos la visita de Horacio Vasquez en su exitosa campaña política. Los habitantes de Baitoa se alinearon, por primera vez, con los partidos políticos tradicionales.

Parece ser que las familias baitoeros se apoyaron en los grupos políticos para afianzar relaciones de comercio fuera de la comunidad. De otra manera no logro explicar como las familias de Baitoa se movían e intercambiaban encuentros con sus similares de Santiago, Licey y Moca por ejemplo. Al mismo tiempo, por razones de negocio, se mantuvieron relaciones estrechas con algunos lideres del resto del antiguo movimiento nacionalista que en Santiago encabezaba el abogado Rafael Estrella Ureña. Pero en este caso, se buscaba la relación con el abogado prestigioso antes cque con el político saltibanqui.

Horacio Vásquez asistió a un pomposo almuerzo de campaña en casa del comerciante Juan María Fernández. En tal almuerzo dió Horacio Vásquez muestras de su campachanería cuando al observar lo puntilloso que eran los baitoeros tratando de mostrar conocimiento en el uso de la vajilla desplagueda en el almuerzo, rompió el protocolo diciendo: "Señores, no se ustedes, pero la carne de gallina prefiero comerla usando las manos".

Por otro lado Desiderio Arias llegó de visita también, donde fue igualmente agasajado, pero en la residencia de Mon Pineda.

Ya al frente de la escuela estaba doña Agustina Franco. Y a pesar del golpe económico que se sentía en la Lima, por la prohibición al establecimiento de alambiques a donde iba el guarapo de la caña, la escuela de la Lima era ejemplar siendo dirigida María de Jesús Genao (Nina). Fue premiada en Marzo de 1927, pero al poco tiempo dicha profesora fue retirada y dicha escuela fue condenada a desaprecer en momentos donde al menos en el Cibao crecían nuevas escuelas por doquier. Golpe mortal para la Lima.

Pero el sistema político que dejaron los norteamericanos era implacable. Los horacistas en el poder enviaron a Baitoa delegados policiales, o comisarios, como Elías Días, Efraim Batista y Herminio Luna que no sólo se ganaron el cariño de la comunidad sino que además establecieron familia en la comunidad. Y es que las tareas desagradables de represión la llevaban a cabo los civiles partidarios del gobierno.

Fue lo que sucedió con el alambique establecido en Arroyo Arriba por Primo Núñez Pineda, Emilio Pérez, Tavo Pineda, Julio Minaya y Julio Quezada. A la policía le llegó información sobre tal problema, y el alambique fue desmatelado. Más tarde vendría la venganza política.

La época de expansión económica de los primeros dos años del gobierno de Horacio Vásquez con el manejo alegre de los dineros públicos y el surgimiento de nuevos ricos que hasta el día de hoy controlan áreas vitales de la economía y la política, fue seguido del desaceleramiento de la economía mundial que llegó a la gran crisis financiera de 1929. El gobierno seguía en una aclerada borrachera pensando sólo en la reelección del enfermo presidente sin avisorar que el panorama local y mundial estaba cambiando.

El otrora lider nacionalista Estrella Ureña, junto a figuras que habían descollado, en la lucha contra la intervención extranjera, primero se unió al carnaval horacista, pasó luego a encabezar los sectores que decidieron desplazar de forma rápida al horacismo en el poder, teniendo como aliado al joven militar que dirigió las fuerzas militares creadas en la violación de la patria. Y a partir del 23 de Febrero de 1930, podemos afirmar que se abrió una nueva época para todo el país.

Como es de todos conocidos en 1930 llegó Trujillo al poder. Hubo entonces un largo período de cambios que afectaron todo el país.

Baitoa hubo de adapatarse a este cambio. Pero de ello hablaremos en la próxima y cuarta entrega.

(1) Según narra Ralph Pineda