lunes, 21 de enero de 2019

Meditaciones sobre la vida de Antonio Fernández

No fuí nunca cercano de don Jose Antonio Fernández Collado.
Aunque teniendo 3 años lo vi por primera vez, la impresión que tuve entonces es la un niño que ve acercarse en su dirección un militar que nunca antes había tenido contacto con uniformados armados. La de aprehensión y algo de temor. Sólo recuerdo que en casa de Miguelito Fernández y su esposa tenían en su casa una fiesta amenizada por un "perico ripiao" y a la misma llegaron más personas de las que había yo visto, hasta entonces, reunidas juntas. Yo acostumbraba cada dia, casi todo el día, a trasladarme a la casa de esta familia cercana a mi casa, cruzando el arroyo, como quien dice, y allí disfrutaba la compañia de Fernando y Ramón Amable, hijos de la familia de edad cercana a la mía.
Lo conocí luego en 1996, durante la campaña electoral.  
El tren de autos que acompañaba al candidato presidencial Leonel Fernández, en su recorrido por la Sierra para llegar a Santiago por Baitoa haría una parada en casa de mi hermano José Amable. José Antonio Fernández, padre del candidato presidencial, no andaba en la caravana mencionada, sino que llegó directamente a Baitoa para saludar familiares y esperar a su hijo en casa de mi hermano.

En lo que llegó Napolés Pineda le puse conversación y fué enfático en señalar que no era "político", el político lo era Leonel, él,  lo recalcaba enfáticamente, habia sido siempre militar. A Napolés Pineda lo unía una vieja amistad. Por cierto me honró sobremanera cuando recordó su vieja amistad con mi padre.  
Luego en Agosto de 1996 asistió al encuentro generacional de Baitoeros, que organizaba Rubén Diaz, en representación de su hijo. Allí nos expresó su deseo de saludar a doña Girita Adames, su tía, de 99 años que se encontraba en el lecho de muerte. A pesar de su delicado estado de salud doña Girita reconoció a su sobrino,  que imagino tendría más de 40 años sin verle. Más extraño aún, doña Girita me reconoció, a pesar de que la última vez que la vi no llegaba yo aún a la pubertad. Tenía doña Girita una lucidez extraordinaria para su edad y su estado de salud. 

Pero me desvío del tema. 
Más tarde hablando con Elvin Núñez me dió algunos detalles sobre la vida de don Antonio en Baitoa. En especial me señaló que fue don Antonio alumno en la escuela de Baitoa, mientras la dirigía doña Tatá Franco.  Sus compañeros lo fueron, entre otros, Elvin Núñez y César Pérez. No puedo asegurar si Napolés Pineda pertenecía ese grupo. Pero era probable. Pero debemos recalcar que el joven Antonio Fernández fue el estudiante más destacado en la escuela. Adicionalmente tenía una caligrafía excelente y logró, si mismo, a ser taquígrafo.
De Baitoa pasó el joven Antonio a Bonao donde atendió una estación de gasolina del esposo de Celeste Pineda. Y de ahí, más tarde, paso a ser militar. Desconozco como tomó el camino de las armas. Siempre estuvo en San Isidro, base aérea, pues era soldado de esta rama.i Y ahí, como hemos señalado en otra ocasión, estuvo presente cuando el 1 de Enero de 1959 Rafael Trujillo y su hijo Ramfis recibían al derrocado dictador Batista.
Me llegó a narrar que no tuvo ascenso sino que sólo llegó a teniente y gracias a que un oficial Wessin y Wessin, que luego fue coronel de bastante influencia en la vida política dominicana, lo tomó bajo sus alas como secretario, aprovechando sus conocimientos de taquigrafía y la bella caligrafía que dominaba.
Bajo tal amparo se encontraba cuando estalló en 1965 un conflicto armado entre sectores de las Fuerzas Armadas que culminó, prontamente, en lucha contra una invasión extranjera . Invasión que fue propiciada por las fuerzas que comandaba Wessin y Wessin. 
Ese es un lado baitoero del conflicto. Hay otro baitoero del otro lado. En Ciudad Nueva, Santo Domingo, residía un jovencito baitoero, que no llegaba a los 16 años, pero que tenía ya 4 años militando en las fuerzas de izquierda. De hecho este jóven de nombre Porfirio García Fernández le tocó participar, junto a personas de mayor edad y renombre,  en el primer comando de civiles armados para resistir la invasión. Por este motivo su nombre fue incluído en una lista de 56 personas, clasificados como comunistas peligrosos, por los que se debía invadir el país. Este jóven tenía el mismo nombre de su padre Porfirio García, casado con Fresa Fernández, hija de Moncito Fernández, y,  por tanto, se creyó que el baitoero comunista peligroso, o patriota según se tuviese la simpatía política,  lo era el padre. Por lo menos así se creía en Baitoa.
Probablemente así lo creyó también el oficial Antonio Fernández. por lo que cuando a mediados de Junio de ese año de conflicto tiene información de que se piensa bombardear toda la zona de Ciudad Nueva,  llama a Porfirio García padre y luego del saludo de rigor le exhorta a que abandone su vivienda. Se llegaron a intercambiar palabras duras, pero también se recordaron que eran sobre todo baitoeros en lugares opuestos de las trincheras del momento 
Así nos remontamos hasta el momento que el hijo de don Antonio es declarado presidente de la República. Me consta que gran cantidad de veteranos militares dieron apoyo al nuevo fenómeno político a través de Don Antonio. Estos sectores sugieren que don Antonio tenga un cargo cercano al presidente, pero el hijo le dice al padre que siendo su padre no podía tener asiento en el Palacio Nacional. Así que inicialmente lo nombran en la dirección de la Autoridad Portuaria y al final se le manda como embajador a Panamá.
Con el mando político que cae en manos de Don Antonio comienzan a llegar los denuestos y acusaciones contra este Baitoero. 
Por múltiples vías se hace circular una composición fotográfica de nuestra gloria del deporte Juan Maritchal al lado de Leonel Fernández señalándose explicitamente que el primero era el verdadero padre del segundo. No niego que inicialmente me impresionó la foto y creí el mensaje. Y aún se sigue con la cantilena aduciendo que la información es confirmada por oficiales de las fuerza área activos en la época del nacimiento de Leonel.   
Para despejar las dudas me dirigí a un primo de Juan Marichal que convivió, e intercambia, bastante con el deportista de Laguna Verde, para que me sacara de dudas. La última vez lo hizo por escrito. Transcribo:
 "Juan Antonio Marichal Sánchez nació en Laguna Verde ( 9 Kms. antes de llegar a Montecristi), el 20 de octubre de 1937. Y bautizado en la Iglesia San Fernando en 1943. Hijo de Francisco Marichal (mi tio)  y Natividad Sánchez. Su nombre fue en honor a mi padre que se llamaba Juan Elpidio Marichal. Mi Papá y mi Mamá criaron a su hermano mayor, Gonzalo Marichal Sánchez. En 1953 Juan (Manico), como lo llamabamos, tenía 16 años y vivía metido entre la falda de su Mamá. En 1955 comenzó a jugar amateur en Montecristi, con el equipo de Las Flores (un barrio de Montecisti). 
En 1956 comenzó a jugar con el equipo de Manzanillo ( fue empleado como tractorista por la Grenada Company para tenerlo en el equipo). El 5 de agosto de 1956 debutando en la capital, venció a la entonces Universidad de Santo Domingo, 5 a 0, pichando por el equipo de Manzanillo. En el mismo año 1956 Juan venció, en el Estadio de Montecristi a la Aviación Militar Dominicana ( juego que yo presencié).Al día siguiente recibió 2 telegramas de Ramfis Trujillo diciendole que se reportara a la base aérea de San Isidro.
Si no me equivoco Leonel Fernández nació el 26 de diciembre de 1953.Para esa fecha Manico no habia visto una mujer desnuda.Para tener ese hijo debió tener relaciones con la madre en marzo de 1953.Juan andaba en burro en la finca de su familia. Era el más pequeño y añoñao de doña Natividad."
Creo de que no debe quedar dudas sobre el anterior invento propagandístico. Lo que los enemigos políticos de don Antonio no supieron, o no quisieron utilizar en su contra fue un hecho muy denigrante para su persona que con sólo buscar en la prensa de 1961 se podía descubir.
El 18 de Noviembre de 1961, los prisioneros que habían participado en la muerte del tirano Trujillo fueron sacados del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva para hacer un levantamiento judicial en el lugar donde fue ajusticiado el tirano. El vehículo fuedesvíado hacia la Hacienda María en San Cristobal donde los prisioneros fueron asesinados. La afirmación siguiente la leí en la prensa de entonces, y lo he encontrado en la web. La afirmación a que me refiero es los siguiente: el chofer del vehículo lo fue Antonio Fernández Collado.

Para no quede dudas, estoy seguro Antonio Fernández no supo, aunque lo sospechase, lo que se estaba tramando. Pero de todas formas, reitero, fue una suerte que sus enemigos políticos no manejaran esta información.
Siendo funcionario diplomático en Panamá los enemigos polítcos no tuvieron mientes en levantar acusaciones personales contra toda la familia de Leonel Fernández. Mucha saña se tuvo contra este digno y honesto baitoero. Me parece que, no siendo político de experiencia, no soportó los enconos en su contra y murió producto del fusilamiento moral a que fue sometido, dejando este mundo terrenal en Agosto del 2000. 
A pesar de que no lo trate mucho, sentí mucho su muerte.