martes, 9 de mayo de 2017

Fuentes para la Historia de Baitoa.


Si queremos conocer la historia de cualquier sociedad debemos recurrir a fuentes documentales y orales que puedan ser contrastadas entre sí. Es la única manera de llegar a la verdad y no caer en subjetivismos. Se hace difícil narrar la realidad de hace, digamos, cien años, pues al cabo de este período quedan pocas personas, posibles protagonistas de los hechos,  que puedan realizar las correcciones de lugar.

  Pocas fuentes tenemos para investigar sobre el pasado de Baitoa. Y estas fuentes son de dos tipos: documentales, como libros, archivos y períodicos, y orales que nacen de vivencias, narraciones y recuerdos de miembros de la comunidad. Veamos algunas de estas fuentes.

  La primera fuente son los libros que caen en nuestras manos. Vamos a enumerar y citar algunos.

   En primer lugar tenemos a Pedro M. Archambault con su obra "Historia de la Restauración", editora Taller de 1973, que al señalar que el bisoño Gregorio Luperón cuando buscaba salvar la vida ante el fracaso inicial de la primera revuelta restauradora y buscó refugio en la entonces comunidad de La Jagua, hoy Villa Tapia, en la Vega, usó el camino desde la sierra a través de Baitoa. Con esa mención constatamos que Baitoa no estaba bajo el control de la soldadezca española durante la intervención que tuvimos entonces.

 Tanto "Clases Crisis y Comandos" de Franklyn Franco, editorial Cosmos de 1975, como la obra "Composición Social Dominicana, Historia e Interpretación", decima edición. de 1975, editora Alfa y Omega hacen mención de la hacienda de Monsieur Espaillat en la sección de los Melados. Allí dice, página 117, citando a Rodríguez Demorizzi: "Esa hacienda era una de las de más nombradías en el Cibao. La casa abarcaba una superficie de 1,500 metros cuadrados y la rodeaba un muro de piedras y ladrillos de altura bastante regular. El arroyo los Cedros, cuyas márgenes fueron fortificadas con dos lienzos de pared, corría por medio de la posesión. Tenía Capilla, taller de Carpinteria, herrería, hornos de cal,tejar, fábrica de índigo (añiñ) alambique, trapiche, enfermería, depósitos para el azucar, el tabaco, algodón. Una negrada de 500 cabezas componía el personal de la finca".

   Yo visité para fines de comprobación, hace ya bastante tiempo, el emplazamiento de esta hacienda. Lo hice movido por lo que mi abuela me narraba sobre el misterioso español que tenía una finca con esclavos. Pude contemplar una piscina de ladrillos para preparar el añil, pues muy poca cosa permanecía. Mi tío Malila Pérez me completó el cuadro cuando señalaba que para las construcciones de las fábricas de Eliseo Pérez en López se destrozaron estas construcciones a finales del siglo XIX.

  Como se ve en diversas obras obtenemos fragmentos de información sobre la vida cotidiana en Baitoa.

  La obra "Historia Social de Santiago de los Caballeros 1863-1900" del historiador Edwin Espinal Hernández, editora Amigo del Hogar, año 2005, nos da detalles de un negocio interesante. Cito."En 1908, Felipe Fernández, labrador, se declaró deudor de la 'Augusto Espaillat Sucesores' por la suma de $2,500.00. A este valor se sumó la cantidad de $22.50, costo del acto de obligación hipotecaria sobe su hacienda en Boca de los Ríos. El monto total sería pagado en 15 meses a partir del 1 de enero de 1908 a razón de un 1% de interés mensual". Es como decir que la relación de los descendientes de Monsieur Espaillat continuó por un siglo.

  Adicionalmente a las obras que han ido cayendo en nuestras manos, debemos mencionar los archivos.

   Desgraciadamente con la Batalla de Santiago en Septiembre de 1863 la ciudad fue incendiada y con el fuego desaparecieron los documentos hasta esa fecha. Por suerte Román Franco Fondeur creó en la década 60 del siglo el "Archivo Histórico de Santiago". Y es está institución ha intentado recrear la memoria histórica de Santiago y su entorno.

  Entre la colección de documentos del "Archivo Histórico de Santiago" se tiene el periódico "El Diario" bajo la dirección del poeta Ramón Emilio Jiménez. Ese periódico tenía corresponsalía en diversos lugares del Cibao, incluyendo a Baitoa. El periódista de Baitoa lo era el comerciante Herminio (Mínino) Franco, hijo de Gabriel Franco, que realizaba entregas quincenales. En las mismas se ve reflejada la vida cotidiana de Baitoa así como las aspiraciones de Baitoa organizada.

   No hemos ido personalmente a hacer investigaciones en los archivos de la Catedral de Santiago. Hay allí una mina. Pero esta mina está siendo explotada por el joven de ascendencia baitoera de nombre Noel Shafir -si baitoero a pesar del apellido pasquitaní - desde la ciudad de Nueva York.

   También es mi deber mencionar una fuente de información de un archivo que tuvimos en la comunidad durante cerca de 60 años, pero desgraciadamente un enemigo de Baitoa, del cuál creo tener algunas sospechas, lo hizo desaparecer. Me refiero al archivo de actas del Club Unión y Progreso. He ido preguntando a los presidente del Club Unión y Progreso hasta mediados de los años 80, y se puede tener certeza del tiempo hasta cuando existió esa parte esencial de nuestra alma. Pero luego, sorpresivamente desapareció. 

   Así que aprovecho estas líneas para preguntar a las directivas de esos años, ¿recibió usted y entregó usted el libro de actas del Club ?.

   Pero sigamos con el último tipo de fuente. Esta vez nos referimos a las fuentes orales. Me parece que todos los que hemos dedicado algunas líneas a nuestra comunidad, especialmente si narramos algo del pasado, hemos recurrido a esta fuente maravillosa que es la memoria humana expresada a través de los relatos.

   Siempre hago mención de mi abuela, Juana Pérez, que me permitió remontarme más de 200 años en el pasado. Igualmente su hermano Malila Pérez. O mi padre Amable Núñez que fue tan reservado con su vida personal, pero locuaz en descubrir los más recóndito del alma de los demás, especialmente si eran baitoeros. Y mi lista puede hacerse muy extensa, pues siendo por naturaleza "entremetío" y curioso, sin importar algunos "boches" recibidos, se me hace dificil nombrar a todos.

   Una persona con esa curiosidad lo ha sido Marinita Pérez y ella me ayudó a recurrir a otras personas. Y suponga que Marinita no acaba de revelar todo lo recabado por ella. Pero debo decir que por ella llegué a Ramón Antonio Peña H y no sólo conocí algo nuevo de Baitoa, sino también de historia patria. 

   Ya mencioné al "baitoero" Noel Shafir, que ha hecho un buen trabajo de investigación en el área de genealogía.   Igualmente me mencionan a la monja Gloria Guazó, que parece que hizo algunas investigaciones en España, similares a las hechas por José Pérez, sobre algunos de los primeros pobladores de Baitoa. Y por alguna de esa investigación llegamos a la conclusión que en Baitoa corrió mucho de sangre judía. Pero de ello hablaremos cuando se tengan más evidencias.

  No quiero finalizar las menciones de esas bibliotecas ambulantes sin mencionar a Ralph Pineda, que poseyendo una de las mentes más privilegiadas que yo haya conocido, ha dedicado su vida a levantar los polvos del recuerdo y narrar el pasado como se lo transmitieron en familia.

  Como se ve tenemos algunas fuentes disponibles. Muchas de ellas sin explotar. Pero conocer nuestro pasado no sólo es beneficioso para mejor entenderlo, sino que nos debe ayudar a construir un mejor futuro cuando las condiciones así lo exijan.

Articulo de: Ramon Felipe Nunez